El entorno místico en que la naturaleza envuelve a Puerto Pirámides, dentro de la Península Valdés, es espectacular. Sus acantilados color arena y sus formas originales, nos llama a la reflexión a nosotros mismos, los que aquí vivimos.
Sorprenden las notorias variaciones de luz a lo largo del día y con el paso de las estaciones. Es extraordinario presenciar como el sol moldea la silueta geográfica en forma cotidiana, según sea la perspectiva de la hora del día y la época del año.
En este escenario existe la Punta Olazabal, un macizo de roca sedimentaria ubicado en la 2da bajada al mar de Puerto Pirámides, cierra con su presencia la playa principal del Pueblo y abre el comienzo a la aventura. Nuevas bahías se van sucediendo, a medida que uno avanza por las playas protegidas, a lo largo del Golfo Nuevo, hasta Morro Nuevo, la boca misma del Golfo a mas de 70 km de Puerto Pirámides.
Este enorme coloso, es testigo del paso de los años en el pueblo, de nuestra humana existencia, y de los siglos para la historia de la Tierra. Lleva millones de años viendo pasar el tiempo en este rincón particular de la Patagonia Argentina.
El entorno místico en que la naturaleza envuelve a Puerto Pirámides, dentro de la Península Valdés, es espectacular. Sus acantilados color arena y sus formas originales, nos llama a la reflexión a nosotros mismos, los que aquí vivimos.
Sorprenden las notorias variaciones de luz a lo largo del día y con el paso de las estaciones. Es extraordinario presenciar como el sol moldea la silueta geográfica en forma cotidiana, según sea la perspectiva de la hora del día y la época del año.
En este escenario existe la Punta Olazabal, un macizo de roca sedimentaria ubicado en la 2da bajada al mar de Puerto Pirámides, cierra con su presencia la playa principal del Pueblo y abre el comienzo a la aventura. Nuevas bahías se van sucediendo, a medida que uno avanza por las playas protegidas, a lo largo del Golfo Nuevo, hasta Morro Nuevo, la boca misma del Golfo a mas de 70 km de Puerto Pirámides.
Este enorme coloso, es testigo del paso de los años en el pueblo, de nuestra humana existencia, y de los siglos para la historia de la Tierra. Lleva millones de años viendo pasar el tiempo en este rincón particular de la Patagonia Argentina.
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