La Administración de Parques Nacionales y el Ministerio de Defensa presentaron una nueva categoría de conservación en la Argentina: las "reservas naturales militares", lugares asignados a las Fuerzas Armadas que tienen espacios de interés para la conservación y que serán manejados en forma conjunta por ambas jurisdicciones.
Hasta el momento se crearon tres reservas naturales militares: Punta Buenos Aires, en Chubut; Puerto Península, en Misiones, y Campo de Tiro Mar Chiquita, en la provincia de Buenos Aires.
Respecto de la reserva natural militar Punta Buenos Aires ubicada al noreste de la Península Valdés, sobre un predio de unas 7000 hectáreas pertenecientes a la Armada, que custodia el área a través del Apostadero Naval Puerto Madryn, el ambiente terrestre dominante es la estepa patagónica, con vegetales como el quilembay, el colapiche y el coirón margo.
En la costa se asientan, en época reproductiva, colonias de elefantes marinos y de lobos marinos de dos pelos.
En décadas pasadas la Armada utilizó este espacio para hacer ejercicios militares de practica y es posible encontrar en el área restos de proyectiles navales. Es una bendición esta nueva visión. Una propuesta para conservar la naturaleza en su estado, evitando la contaminación con desechos militares.
Su posición estratégica, en la boca del golfo San José, resulta un aporte valioso para que el Estado nacional colabore en el manejo del Area Natural Protegida Península Valdés, sitio declarado Patrimonio Mundial Natural por la Unesco.
Hasta el momento se crearon tres reservas naturales militares: Punta Buenos Aires, en Chubut; Puerto Península, en Misiones, y Campo de Tiro Mar Chiquita, en la provincia de Buenos Aires.
Respecto de la reserva natural militar Punta Buenos Aires ubicada al noreste de la Península Valdés, sobre un predio de unas 7000 hectáreas pertenecientes a la Armada, que custodia el área a través del Apostadero Naval Puerto Madryn, el ambiente terrestre dominante es la estepa patagónica, con vegetales como el quilembay, el colapiche y el coirón margo.
En la costa se asientan, en época reproductiva, colonias de elefantes marinos y de lobos marinos de dos pelos.
En décadas pasadas la Armada utilizó este espacio para hacer ejercicios militares de practica y es posible encontrar en el área restos de proyectiles navales. Es una bendición esta nueva visión. Una propuesta para conservar la naturaleza en su estado, evitando la contaminación con desechos militares.
Su posición estratégica, en la boca del golfo San José, resulta un aporte valioso para que el Estado nacional colabore en el manejo del Area Natural Protegida Península Valdés, sitio declarado Patrimonio Mundial Natural por la Unesco.
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