

Con sus patas escarban un pozo, tomando descanso cada algunos minutos, para continuar otro tiempo después. Tardan varias horas en realizar el nido y días en acondicionarlo, ya que buscan plumas sueltas o ramitas, para crear un colchón donde apoyarse de panza y empollar los huevos fruto de las cópulas que ejercieron en estos momentos de tanta actividad.

Es un espectáculo, tomarse el tiempo para observar en las pingüineras, el tabajo que realizan estas aves marinas, que pasan mas de cuatro meses en alta mar sin salir del agua, tomandose concienzudamente la construcción de su nido, el que comparte con su compañera de toda la vida.

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