
Estuvimos de visita nuevamente en Punta Norte. La naturaleza se conjuga en este rincón del mundo fundiendo la estepa patagónica con el Océano Altántico, encuentro que genera una diversidad entre animales marinos y terrestres.

Esta temporada de Orcas es particularmente atraactiva, por la cantidad de lobos marinos que hay. Se contabilizaron unos 2.000 individuos, entre ellos muchas crías, nacidas este año.
¡Una ternura! Dirian las orcas a este comentario.

El poder visitar esta reserva de fauna nos lleva a disfrutar de la vida en la lobería, entender como conviven en el harém entre machos dominantes y otros que pretenden serlo, las hembras y las crías.

Por otro lado los Piches se pasean por el estacionamiento de la Resreva, en busca de alguna miga de pan que se le caiga a algún almuerzo de turistas. Estos pequeños animales son un atractivo en sí mismo, el mismo día uno podría ver un ataque de Orca a lobo marino y del piche a una lagartija.


Mientras tanto los guanacos, también esperan con paciencia que las orcas encuentren el momento para el ataque, al fin y al cabo son los actores principales de la temporada.
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