El amanecer en la Pingüinera de Punta Tombo es muy particular. El Pingüino, como toda ave, con el comienzo del día se activa con su canto. En los pingüinos la melodía es en base a un particular graznido, que multimplicado por cientos de miles, crea un espacio propio, donde lo cotidiano del lugar es exótico para quien visita este paraje. No espere un concierto armónico y melodioso, pero dejese llevar por el sonido envolvente.
El sol sale en el encuentro del cielo y el mar, bien despacito, iluminando la pingüinera que se despierta para recibir a los turistas y visitantes que deciden conocer una de las primeras reservas faunísticas de la Provincia del Chubut.
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