
Las elefantas marinas desde comienzos de septiembe y hasta los primeros días de octubre, llegan de
meses de estar en mar abierto para parir en las costas de
Península Valdés. Una gestación de 12 meses que cada hembra concretó después de un encuentro muy poco amoroso pero contundente con el macho dominante del harén al que cada una perteneció el año pasado.

Es impresionante poder ver un parte de estas criaturas, en las playas de canto rodado en diferentes lugares de la
Península Valdés. No es facil llegar en ese momento exacto, pero es posible. Un dato interesante es que el 27% de los nacimientos se dan durante el día.

Durante el período de lactancia la madre permanece en ayuno y consume toda su reserva de grasa. Luego de amamantar y de la época reproductiva los elefantes van dos meses a alimentarse al mar. Por ahora son solo algunos ejemplares aislados los que se encuentran. A medida que vayan pasando los días y transcurra octubre, el número de ejemplares irá aumentando, hasta llegar a formar una colonia densa en la linea de la marea alta, en
Caleta Valdés, en Punta Delgada y en Punta Ninfas.
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