Contemplar la naturaleza, en Península Valdés es un ejercicio importante para la percepción. La estepa árida con su quietud imperturbable, ofrece momentos de extrema tranquilidad a quienes vienen a disfrutarla, por otro lado, la misma naturaleza nos exibe toda la fuerza de la fauna que una y otra vez impacta con una presencia fuera de serie en las aguas que la circundan.
Los avistajes de ballena son un claro ejemplo, sobre todo al atardecer, cuando el sol se despide del día iluminando el cielo y las bardas con colores que fascinan, sorprenden y nos dejan sin palabras. La naturaleza nos brinda momentos para olvidarnos de todo, menos de sentir la vida intensamente.
Los avistajes de ballena son un claro ejemplo, sobre todo al atardecer, cuando el sol se despide del día iluminando el cielo y las bardas con colores que fascinan, sorprenden y nos dejan sin palabras. La naturaleza nos brinda momentos para olvidarnos de todo, menos de sentir la vida intensamente.
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