
La energía que algunos ballenatos despliegan en los
avistajes de ballena de
Puerto Pirámides, es increible, por momentos parecen incansables, pegan con la cola en la superficie del agua una y otra vez con una fuerza impresionante, salpicando agua para todos lados, se nota cuando lo hacen jugando o con furia intentado
espantar a las gaviotas.

A veces es un comportamiento que se repite a lo largo de todo el día, intercalado también con algún salto y un poco de
amamantamiento que ayuda a reponer la energía gastada. La madre no se queda atrás, con
dimensiones que hacen ver a su ballenato como un pequeña criatura.

Demuestra todo su poder cuando saca su cola de 4 metros de envergadura y se sumerge para lograr profundidad y aparecer en la superficie de repente varios segundos después, con la fuerza del impulso, asombrando a cualquier espectador, para cae después de ese salto, desplazando un volumen de agua descomunal.
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