Las
orcas ayer viernes, hicieron varamientos intencionales desde muy temprano en la mañana, hasta fin de la tarde. No fueron tantos
ataques como el jueves, pero lo que se pudo ver es que se acercaron varias veces con mucho sigilo la hembra cazadora con una
orca pequeña acompañando, asomando la aleta dorsal bien cerquita de
algunos lobitos que jugaban en la rompiente, sin atinar a capturarlos, a simple vista parecia una clase de caza.
También 4 de ellas hicieron por la mañana un varamiento intencional en La Ensenada, sin lobitos a la vista, otra práctica de la
técnica conocida en Punta Norte. Por la tarde una captura de lobito marino se convirtió en lo que pareció otra lección, porque jugaron mar adentro varios minutos y lo soltaron, hasta que el lobito llegó nadando de vuelta a metros de la rompiente, acompañado siempre por
las orcas, que a último momento lo volvieron a capturar para darse un banquete en familia.
Las orcas ayer viernes, hicieron varamientos intencionales desde muy temprano en la mañana, hasta fin de la tarde. No fueron tantos ataques como el jueves, pero lo que se pudo ver es que se acercaron varias veces con mucho sigilo la hembra cazadora con una orca pequeña acompañando, asomando la aleta dorsal bien cerquita de algunos lobitos que jugaban en la rompiente, sin atinar a capturarlos, a simple vista parecia una clase de caza.
También 4 de ellas hicieron por la mañana un varamiento intencional en La Ensenada, sin lobitos a la vista, otra práctica de la técnica conocida en Punta Norte. Por la tarde una captura de lobito marino se convirtió en lo que pareció otra lección, porque jugaron mar adentro varios minutos y lo soltaron, hasta que el lobito llegó nadando de vuelta a metros de la rompiente, acompañado siempre por las orcas, que a último momento lo volvieron a capturar para darse un banquete en familia.
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