En la
Reserva de Punta Loma, primera reserva provincial de Chubut,cerca a
Puerto Madryn, se encuentra entre otros guardafaunas, el mítico y no siempre bien cuidado
Beto Bubas, gran poeta y amante de la naturaleza. Unas semanas atrás, lanzó otro libro imperdible, titulado
El Libro Azul Reflexiones inspiradas en la naturaleza. Por ahora solo está disponible en las librerías de
Puerto Madryn y
Trelew.
Según sus propias palabras "Este es un libro mágico. No fue escrito por mí, sino a través mío. Confío en que les será de utilidad, tanto como lo ha sido y es para mí ante mis dudas cotidianas"
Si lo va a ver a
Punta Loma puede llevar el libro para que el propio autor lo autografíe. Mientras tanto pueden ver los atractivos naturales en los que él se desenvuelve dentro de esta reserva diariamente. Cuenta con una lobería y colonias de distintas
aves marinas.
El contacto permanente con la naturaleza nos ayuda a entender la inmensidad del mundo y nuestros propios límites perceptivos. La suma de los sentidos con la imaginación personal, envuelta en el silencio interno, puede dar como resultante una conección con un espacio intangible e inexplicable que hay en el Universo. Un espacio que podemos visitar, con la práctica repetitiva de esa sumatoria y el intento de llegar a ese lugar. En él se guarda el conocimiento abstracto total y está al alcance de los humanos que deseen acceder y tengan tiempo para esas cuestiones tan sutiles y profundas. El asunto central de toda esta verdad es convencer a la razón que es alcanzable.
Bajar linea desde ese lugar es posible y a ese proceso inverosimil, lo reducimos en palabras nombrandolo como:
inspiración. La
inspiración en este sentido tan profundo, se vuelve una inspiración espiritual y el resultado es algo mas intangible que el fisiológico proceso de oxigenar las células. Tal vez sería mas preciso definirlo como
inhalar conocimiento, respirarlo. Llegar a tener un contacto directo con la fuente, es un logro muy especial y puede expresarse como un estado de extasis increible y manifiestarse como una catarsis, un viaje de la mente y el cuerpo. Beto Bubas a partir de un determinado día se encontró en esa vibración, viviendo una semana, inundado de un brote creativo, escribiendo desesperado entre lágrimas y sudor estos mensajes que se manifiestan en el Libro Azul.
Si está por la zona, aproveche para tener estas reflexiones que inspiran, no es broma. Y ya que está cerca, puede tener el privilegio de conocer al autor en persona, en Punta Loma a 11km rumbo sur de
Puerto Madryn.
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