


La demanda de alimento de los pichones en esta época de la temporada, se hace escuchar por un suave piar, constante y parejo. La alta densidad de nidos, y la gran cantidad de crías garantizan el sonido, como si fuera un delicado zumbido en el ambiente, superado solo por el graznido de los mayores que con su capacidad toráxica emiten un sonido muy fuerte y particular, principalmente al amanecer y al atardecer.
Comentarios
Publicar un comentario