Todos los días desde el 15 de septiembre al 15 de abril. Hay una excursión que recomiendo. El punto de partida: es el monumento a la mujer galesa (Av. Roca al 300), en
Puerto Madryn y el horario de salida es temprano por la mañana 8.30 Hs. Después de desayunar, sale un tour fantástico con el regreso estipulado para las 17.00 Hs.
A sólo 65 kilómetros de
Puerto Madryn, rumbo sur, contrario del que se hace para ingresar a
Península Valdés, donde la boca del Golfo Nuevo besa el mar abierto, se encuentra
El Pedral de Punta Ninfas. Un verdadero oasis en medio de la
estepa patagónica que tiene el privilegio de ser una
reserva natural de
pingüinos,
aves,
lobos marinos y
elefantes marinos.
Auténtico casco de estancia patagónica, la casa de
El Pedral es un museo en sí misma. Resulta tan atractiva por su historia como por su particular diseño. Construida a principios del siglo XX, los materiales y el mobiliario fueron traídos de Europa en barco y desembarcados en las costas de la propia estancia. Inaugurada en 1923, la casa preserva en sus cálidos ambientes la estética y el estilo de aquellos tiempos. Las paredes con retratos e imágenes de antaño nos transportan al pasado, evocando una época gloriosa de intrépidos emprendedores, pioneros indiscutibles del desarrollo de la
Península Valdés.
Cada año en septiembre, una creciente colonia de simpáticos
pingüinos de magallanes se instala a metros de la casa. Un recorrido guiado entre sus nidos abre la posibilidad de conocer mejor a esos curiosos animales, que eligen las costas patagónicas en su etapa de repoducción, cría y muda de plumas.
El Pedral sostiene un esquema de control y limpieza de playas, colaborando además con la fundación
GPS (Global Penguin Society), que monitorea la
colonia de pingüinos de magallanes de
Punta Ninfas.
Sobre lo alto del acantilado en el extremo sur de la boca del
Golfo Nuevo, a 10 minutos de la casa, se encuentra el
faro de Punta Ninfas. Valioso referente para los navegantes que ingresan al Golfo Nuevo, también cumple con su fiel tarea de vigilante de la llegada de las primeras ballenas al golfo cada año, en los fríos días de mayo.
La vista desde el acantilado del
faro de Punta Ninfas lo hará sentir privilegiado, parte de un paisaje diferente, mágico e increíble. El encuentro entre la estepa y el mar, con una panorámica desde donde puede verse el otro lado del golfo y un horizonte distante e infinito.
La costa que rodea
Punta Ninfas es elegida por lobos y elefantes marinos. Al igual que a los pingüinos, los atraen las playas de canto rodado, a la vez que se mantien cerca del área marina en la que acostubmran alimentarse.
Desde temprano, mientras el visitante recorre con la visita guiada la reserva,Humberto “el asador en jefe” con la ayuda de sus asistentes, preparará un
cordero patagónico difícil de olvidar. Luego del almuerzo, mientras los niños se divierten en la pileta o en la canchita de fútbol, la calidez de la casa, invita a disfrutar un rico té o café acompañado de una típica torta galesa. El camino de regreso a
Puerto Madryn le dará la hora justa para la siesta.
La
Estancia El Pedral también ofrece ocho confortables habitaciones con baño privado. El servicio incluye cenar en un ambiente familiar y sentirse como en su propia casa. La propuesta es disfrutar de caminatas al atardecer, momentos de lectura en la tranquilidad de los ambientes de la casa, el fuego en el hogar y la hospitalidad de todo el equipo de trabajo.
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