Caminando por nuestro vecindario, en los medanos que nos envuelven y protegen, se pueden observar distintos rastros, huellas de habitantes de Península Valdés, que reptan, caminan y vuelan. La primera foto son 2 huellas de cascarudo.

la segunda huella es de una
lagartija y la de abajo de
gaviota.

Las huellas de la foto de arriba son de
Maras, dejaron el rastro al acercarse a tomar agua en un charco que se armó después de la tormenta del
Arco iris y la de abajo, es una huella de
choique que quedó marcada en la estepa, después de ese mismo aguacero.
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