
La
gaviota cocinera (Larus dominicanus) es un ave que abunda en
Península Valdés, no son muy queridas por los amantes de las ballenas, ya que muchas gaviotas
se posan sobre el dorso de los enormes cetáceos para
arrancarles trozos de piel y picotear su grasa de la cual se alimentan, creandole ulceraciones y alteración importante del comportamiento.

Estas aves también comen, como lo muestra la foto de abajo, anchoitas que nadan formando bolas. En esas situaciones, comparten
el banquete con otros animales marinos. Algunos ejemplares roban huevos de pingüinos y atacan sus crías.

Las
gaviotas al ser animales oportunistas no pueden resisitirse a los basurales a cielo abierto que atraen su atención como un imán al acero; convirtiendose en un factor importantísimo en la sobrepoblación de esta especie por la abundancia de alimentos que encuentran en esos espacios que procesan los deperdicios de la sociedad.

Existe una polémica desde hace mas de una década, en la cual algunos opinan que
hay que hacer algo para controlar la población de gaviotas en
Península Valdés , principalmente por el acoso permanente que le hacen a las ballenas, forzandolas a
adoptar nuevas posiciones y comportamientos y otros sostienen la idea de no innovar y dejar que las ballenas se las arreglen solas, esta última es la única modalidad aplicada, desde que se planteó la problemática.

El apareamiento de estas aves es entre Septiembre y Octubre. Los nidos son visibles en la
Punta Pirámides, bien cerquita de nuestro pueblo. La incubación dura 27 días y para mediados de Diciembre se pueden ver las crías esperando en el nido. Comenzarán a volar al mes y medio de nacidas.

Los juveniles tienen la cabeza y el dorso jaspeados y el pico y las patas de coloración oscura, se transforman en adultos en el 3er año de vida. Es común ver los juveniles entre gaviotas adultas, en las playas o sobrevolando los acantilados.
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